No pude menos que
pensar;
Para mis
adentros, que la ciudad me traería sorpresas
Así fue que
comencé esta travesía Para mis afueras.
…encarando
suavemente sus avenidas
Tímidamente
entre en sus intimidades abstractas
En sus adentros
superficiales lejanos y virtuales
Y cuando todo
parecía incierto, cuando todo carecía de vida
Apareciste tú,
mimetizada entre la maleza y la sutileza
No pude menos que
pensar;
Para mis
adentros, que serian varias las sorpresas
Así fue que
conocí tu delicadeza
….dulcemente
cubrías tus dolencias
Y tus lágrimas
penetraron mis sueños de esperanzas
En mis adentros y
mis afuera; desnudaron la realidad espesa
Y cuando todo
parecía sufrido, cuando todo era tristeza directa
Coincidimos en
ese lugar, para lentamente darnos cuenta
No pude menos que
pensar;
Para mis
adentros, que el encanto acudiría sin protestas
Así fue que
descubrí tu existencia
….lentamente
aparecieron coincidencias
Y el interés por
conocernos penetro sin clemencia
En tus adentros y
mis afuera; se liberaron los instintos y la naturaleza
Y cuando todo
parecía perfecto, cuando todo era risa y simpleza
La verdad cruel e
indiscreta, nos devolvió a la realidad, a la tierra.
No pude menos que
pensar;
Para mis
adentros, que tu ausencia cubriría las presencias
Así fue que me
resigne a quererte a la distancia
….consciente de
que estabas lejos como la conciencia
Y la resignación
le dio paso a la coherencia cruenta
En tus adentros y
mis afuera; se sintieron los gritos de clemencia
Y cuando todo estaba perdido, cuando nada suplía tu ausencia
La casualidad
sabia y discreta, nos devolvió la oportunidad de encontrarnos
…. De vez en
cuando, sin exigencias.
AUTOR: Gabriel Cuellar
AUTOR: Gabriel Cuellar
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